Pliego según el Catastro de Ensenada (1755)

Bajo el poder de la Orden de Santiago, y adscrita a la encomienda de Aledo y Totana, Pliego en el siglo XVIII elabora sus respuestas al proyecto impulsado por el Marqués de la Ensenada para la elaboración de un Catastro con las riquezas del Reino de Castilla. Al igual que sucede con otras poblaciones del noroeste, las páginas dedicadas a la Villa de Pliego (año 1755) nos permiten conocer el desarrollo de la viticultura y algunos aspectos de la elaboración de vino en esta población.

Del ejemplar existente en el Archivo Nacional hemos obtenido los datos que pasamos a analizar.

Lo primero que nos llama la atención, al igual que en otros municipios, es el hecho de que la producción de vino en bodegas de la localidad no fuera considerada una industria como tal. Así pese a la referencia a la existencia de Molinos, Almazaras y Hornos se silencia la existencia de bodegas en las que se producía vino para su comercialización y no sólo para el consumo propio. Esta cuestión da pie a un análisis de la economía «campesina» en la que se presentaba esta producción de vino que excede las pretensiones de esta entrada.

Entrando ya en materia, debemos señalar que las tierras dedicadas al cultivo de la viña eran de regadío y, escasamente, en secano. Se dividían en tres calidades: primera, segunda y tercera.

En total había 53 fanegas de viña de primera calidad, 230 de segunda calidad y 105 de tercera calidad, es decir, 388 fanegas de viña de regadío del total de 697 fanegas de tierras en regadío (es decir, un 55,66% del regadío era destinado a viña). En el secano había 3,5 fanegas de viña de primera, 4 fanegas de segunda calidad y 25,5 fanegas de tercera calidad, es decir, 33 fanegas de viña de secano del total de 832 fanegas de tierras de secano (sólo un 3,97% de las tierras de secano se dedicaba a viña). Del total de 1529 fanegas de tierra cultivada (secano y regadío) la viña ocupaba 421 fanegas, lo que supone un 27,53% del total.

De la tahúlla de viña en riego de primera calidad se obtenían en Pliego al año 22 arrobas de vino, de la de segunda calidad  un total de 15 arrobas y de la viña de tercera unas 7 arrobas de vino. Transformados estos datos a fanegas (1 fanega=6 tahúllas), debemos señalar que la fanega de viña de regadío de primera producía 132 arrobas de vino, la de segunda 90 arrobas y la de tercera calidad 42 arrobas de vino.

Por su parte, la fanega de viña de secano de primera producía 60 arrobas de vino, la de segunda unas 40 arrobas y la de tercera unas 20 arrobas de vino.

Regularmente la arroba de vino se vendía a 4 reales.

En materia tributaria la Orden de Santiago, Encomienda de Aledo y Totana,  gravaba con el diezmo al vino.

En Pliego las tierras en «terrage» (o aparcería) de viñas eran tomadas por los colonos a medias, fueran en regadío o secano.

La villa contaba con 480 casas, con 4 casas arruinadas. En el campo se encontraban 10 casas.

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