Breve historia del aguardiente en Bullas (IV)

La industria alcoholera en el cambio de siglo.

Alcoholera Cristobal Carreñoaños1920_pDesde el punto de vista técnico poco se había evolucionado desde el siglo XVIII pues se seguían utilizando simples alambiques para la obtención de aguardientes de baja graduación. El noroeste permanecía ajeno a los logros tecnológicos del mediodía francés donde modernos aparatos rectificadores permitían una producción industrializada para la obtención de alcoholes de elevada graduación.

Gracias a las respuestas al Cuestionario sobre información vinícola aprobado el 1 de mayo de 1884 dadas en el mes de agosto por el Ayuntamiento de Bullas sabemos que había instaladas 8 fábricas de alcohol para las que se destinaban un total de 6.000 arrobas de vino para la obtención de 1.500 arrobas de aguardiente. En concreto se producían dos clases de aguardientes, uno de 20 grados y otro de 18 grados, que se vendían a 10 pesetas y 7,5 pesetas, la arroba, respectivamente.

A través de dos cartas escritas en el verano de 1901 por el bodeguero y político de Bullas, Francisco Jesús Carreño Góngora,  que fueron recogidas en el libro publicado ese mismo año por el periodista Gabriel Baleriola, bajo el título de  “La crisis vinícola en la provincia de Murcia” (págs. 387 y 388), podemos aproximarnos a la situación de la industria alcoholera en el municipio de Bullas en los años en que la filoxera arrasaba los viñedos de la localidad.

Los tipos de aguardientes que se producían en Bullas eran el aguardiente anisado ordinario de 18º, la lecheanís de 20º y la lecheanís doble de 25º. Además también algunos industriales producían alcohol de 32º a 35º Cartier, en concreto Miguel Sánchez y Juan Moya.

La relación de productores era la siguiente: Nicolás Sandoval Alcaraz, Antonio Puerta Fernández, Francisco Ródenas López, José Antonio Pascual, Miguel Sánchez, Juan Espín, Adrián Sánchez, Alfonso Béjar, Pedro Guirado, Juan Moya, Francisco Carreño, Cristóbal Carreño, Ana María Sánchez, Señor Llorente, Federico Marsilla, Fernando Fernández Gómez y Dña. Ana María Marsilla Góngora, viuda del médico Antonio Royo Bruñó, anís Rosario, elaboración especial, fina y abocada.

El noroeste en llamas.

Poco se ha escrito hasta la fecha sobre los dramáticos sucesos acaecidos en el año 1893 cuando los pueblos del noroeste se sublevaron ante la situación insostenible que vivía el sector vitivinícola en la comarca. El fin del tratado franco-español había dejado sin salida a la producción vinícola de los cosecheros y la subida de impuestos sobre los alcoholes vínicos hacían imposible la viabilidad del sector.

Los fabricantes locales Juan Moya Fernandez, Adrián Sánchez Moya, Damian Fernandez Guirao, Francisco Carreño Puerta, Nicolás Fernandez Amor, Vicente Puerta Sánchez, Salvador Moya Garcia, Federico Sánchez Valera y ¿Federico? Marsilla acuden al Congreso Vinícola del Noroeste celebrado en Cehegín el día 1 de enero de 1.893 que se centró en la crisis provocada por la subida de los tributos que gravaban el alcohol aprobadas por el gobierno de la nación (véase La Gaceta Minera de Cartagena, 10/01/1.893)

Sin embargo, las soluciones no llegaban. La desesperación de los más débiles: jornaleros y pequeños viticultores, provocó un estallido social en todos los pueblos del noroeste. Los Ayuntamientos de Cehegín, Bullas,…. eran asaltados y se provocaban incendios mientras que el ejército ocupaba la comarca para hacer frente a los sublevados. La sangre de los muertos y heridos regaba calles y plazas. La durísima represión de las autoridades hizo el resto en una comarca al borde del abismo con la llegada de la filoxera.

Comments (5)

maria del rosario sanchez sanchezoctubre 5th, 2016 at 16:36

Adrian Sanchez Moya, mi bisabuelo murio en la epidemia de gripe que arraso Bullas en 1918. En ese año murio su unico hijo, Salvador Sánchez Sànchez y su mujer Encarnacion Sànchez Marsilla,por la misma enfermedad, dejando huerfanos a mi padre, Manuel Sánchez López y Emilia Sanchez Lopez, con 3 años el primero y 6 meses su hermana.
La fabrica de anisados de mi bisabuelo estaba en el ahora numero 15 de la Av. de Murcia. Mi padre, Manuel conocido en Bullas por «el brusco»o «el chato del Adrian» la hizo su vivienda donde nacimos y crecimos mis hermanos Encarna, Salvador y yo,(Rosario) Sánchez Sánchez.
Nunca mas se volvio a destilar el apreciado anis en ese lugar, ya que los que acogieron a los descendientes les vendieron todo el utensilio y secretos de destilacion a los hermanos Martinez.

maria del rosario sanchez sanchezoctubre 5th, 2016 at 16:38

interes por saber más sobre mi bisabuelo y mi abuelo.

juanpgarciaoctubre 5th, 2016 at 17:41

Hola, a su bisabuelo Adrián lo tengo localizado como fabricante de aguardientes en Bullas como mínimo desde 1887 hasta el año de su fallecimiento en 1918. Entiendo que los utensilios y secretos de fabricación a que usted se refiere serían vendidos en su caso al padre de los Hermanos Martínez Puerta, quien se llamaba Juan Martínez Carreño, aunque le aviso de que esta familia ya se dedicaba a la fabricación de aguardientes desde el siglo anterior.

juanpgarciajunio 15th, 2018 at 19:34

Adrían, tenía 56 años al fallecer, era hijo de Salvador Sánchez Sánchez y de Josefa Moya Carreño, ya difuntos en 1918. Marido de Emilia Sánchez López. Su hijo Salvador Sánchez Sánchez era viudo a su vez de María de la Encarnación López Marsilla.

Teresajulio 15th, 2019 at 23:01

Mi bisabuelo era Cristóbal Marsilla, tuvo dos hijas, María Marsilla y Teresa Marsilla, que después irían a vivir a Mula y casó Teresa con José Bayona. Todos vienen de Bullas pero les pierdo el rastro. Cristóbal Marsilla era dueño en Bullas de tierras donde se cultivaba no se si viñedos. Si alguien sabe algo más…

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