Breve historia del aguardiente en Bullas (II)

Entre censos y protestas por la presión fiscal.

La producción de aguardientes siempre tuvo un interés especial para los recaudadores de impuestos a lo largo del siglo XIX. No en vano era la mayor actividad industrial de la villa. Por este motivo, cada cierto tiempo los gobernantes insistían en la elaboración de censos fiscales con los que conocer las fábricas de aguardiente existentes y la capacidad de producción de cada una de ellas.

Si ya hemos citado un Registro de 1788 y un Interrogatorio de 1803, nuevos datos los hallamos en el Censo de las fábricas de aguardiente realizado en el año 1835 por el Ayuntamiento de Bullas. Según el acta capitular de la sesión del 15 de febrero de 1835 había un total de 4 fábricas de aguardiente que empleaban a unos 8 operarios (entendemos que 2 operarios por fábrica).

De las calderas de cocer que tenían estas cuatro fábricas, en una cabían 20@, en otra 18@ y en las otras dos 12@. Se elaboraban unas 580@ de 18º al año, que se vendían al por mayor a 16 y 18 reales. Y en los tres puestos públicos, que constituían el abasto de esta villa, se vendían anualmente 83@. El aguardiente se fabricaba bajo el método o aparato común, tal y cómo se indicaba en el acta de la sesión de 22 de marzo de 1835.

Tras este censo vinieron los impuestos y con ellos las protestas de los productores de aguardientes y cosecheros de vinos de Bullas en los años 1836, 1845 y 1847 de las que tenemos conocimiento por la prensa de la época. En el primero de ellos la prensa de Madrid se hacía eco de cómo en este pueblo de la provincia de Murcia el propio Ayuntamiento había tenido que sustituir a los arrendadores de rentas para acabar con los abusos en el cobro de tributos a petición de los hacendados de la villa (periódico “El Español”, en su edición del 2 de marzo de 1.836).

No sólo se cuantificaba la producción de aguardiente en los censos fiscales, sino que los Diccionarios Geográficos de la época también nos hablaban de la industria alcoholera en Bullas gracias a los colaboradores locales. El geógrafo y editor Francisco de Paula Mellado publicaba en el año 1.845 su obra “‪España geográfica, histórica, estadística y pintoresca‬” donde se afirmaba que en Bullas se producían 6.000 arrobas de vino y se fabricaba aguardiente. Pascual Madoz concretaba en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, 1850, que las arrobas de vino producidas cada cinco años eran 70.000 y señalaba la existencia de 4 fábricas que quemaban el vino para reducirlo a aguardiente.