La exportación de vinos a Francia en el siglo XIX (II)

A diferencia de otras zonas, el noroeste murciano ya existía como comarca vitícola cuando se produjo la llegada de comerciantes franceses a tierras españolas. El viñedo más antiguo de Murcia abastecía de vino no sólo a esta provincia, sino también a las limítrofes de Albacete, Almería y Granada.

Es por ello que en el noroeste no podemos asistir a la «explosión» vitícola que sí que se produjo en zonas como Jumilla o Yecla, por citar a las más próxima, cuya industria vinícola era más bien testimonial en esa época.

Este hecho, así cómo la falta de estudios sobre este período, ha llevado a muchos autores a minimizar la influencia de la crisis francesa en el desarrollo vitivinícola de la comarca, cuando no incluso a ignorarla.

No es cierto que el noroeste permaneciera aislado en un mar de abundancia. La influencia fue enorme: se incrementó la superficie vitícola, creció la producción de vinos, se construyeron nuevas y más modernas bodegas,… y se acumularon grandes fortunas que sustentaron las ambiciones políticas de algunos hombres cómo D. Joaquín Carreño Góngora, quien llegó a ocupar el cargo de Presidente de la Diputación Provincial de Murcia y de Gobernador Civil, o D. Alfonso Chico de Guzmán y Belmonte, Diputado a Cortes y Senador del Reino por la provincia de Murcia.

Si en la primera entrada de nuestro estudio exponíamos el marco sobre el que se desarrolló la exportación de vinos a Francia en nuestro país, procede en esta segunda ofrecer una visión más concreta desde el punto de vista del noroeste murciano.

Decíamos que hubo dos períodos de bonanza coincidentes con los períodos de crisis del viñedo galo que coresponderían a los años 1852 y 1863, así cómo a los años 1870 y 1891, en los cuales la producción aumentaba y los altos precios alcanzados se mantenían. Marcábamos los años 1857, 1885 y 1891 como hitos en la exportación de vinos españoles. Pero también destacábamos la llegada del oidio, el mildiu y la filoxera a España, además de la crisis comercial de los años 1886 y 1887 por el fraude del vino artificial.

También el noroeste murciano se vio afectado por todas esas sinergias.

La evolución del viñedo durante 50 años.

Estudiar la evolución de la superficie de viñedo en el noroeste durante estos años resulta un tanto frustraste dada cuenta de la inexistencia de un moderno catastro capaz de ofrecer datos fiables, así cómo la ausencia de estudios realizados con el empleo de técnicas estadísticas avanzadas. La mayoría de las ocasiones los datos que manejamos son meras elucubraciones de los autores que nos los ofrecen. Pero aún así, no debemos desfallecer por cuanto que «bien entendidos» estos datos nos permiten aproximarnos debidamente a lo que realmente existió.

Ha sido la obra de Jose Miguel Martínez Carrión, entre otras Historia Económica de la Región de Murcia, 2002, la que mayor importancia ha cobrado sobre esta cuestión entre los estudiosos de la historia agraria (y especialmente del vino), siendo recogidos sus datos por autores como Diego Rivera, Concepción Obón, Ramón Garrabou, Teresa Carnero,… entre los hispanos o Alain Huetz de Lemps, Andreas Oestreicher,… entre los extranjeros.

Sin negar la importancia de esta obra, sí que hemos expuesto en otros foros que la misma ha contaminado el debate sobre la materia al no manejar correctamente los datos oficiales de los informes de los ingenieros agrícolas de la diputación provincial o incluso de los amillaramientos fiscales de la época. Olvidando igualmente la existencia de otras fuentes para la obtención de datos referentes a la extensión de viñedo.

Expuesto lo anterior, reconocemos que no es éste el momento para abordar debidamente la cuestión y vamos simplemente a esbozar esta evolución de la superficie vitícola del noroeste durante la segunda mitad del siglo XIX. Para ello nos vamos a limitar a recoger los datos ofrecidos por el Ingeniero agrónomo provincial Vicente Sanjuán fallecido en el año 1900, dejando de lado (salvo alguna precisión) los datos ofrecidos por J. M. Martínez  para los años 1858, 1860 y 1870 -supuestamente obtenidos de fuentes fiscales- (págs. 290, 295 y 296) y los del Ingeniero agrónomo provincial Adolfo Virgili y Vidiella para los años 1890 («La Invasión Filoxerica en España«, 1911 (pag 137)).

Bien, según Alain Huetz de Lemps en su obra»Les vins d´Espagne«, 2009, entre los años 1792 y 1857 el viñedo cubría en la provincia de murcia 10.837 hectáreas (pag. 115) tomando este dato de la memoria de la Junta de Agricultura, Industria y Comercio de la Provincia de Murcia de 1857. La mayor parte de este viñedo estaría asentado en el noroeste murciano dada cuenta de la casi marginalidad de Jumilla y Yecla durante ese período. Respetando los porcentajes ofrecidos por J. M. Martínez en relación a sus datos referentes al año 1858 (pag. 295) correspondería al noroeste un 48,9% de la superficie vitícola provincial, es decir, unas 5299,29 has.

El Ingeniero Vicente Sanjuán suscribió un informe con los datos referentes a la producción vinícola de la provincia de Murcia el día 2 de noviembre de 1876 (Legajo 248-1 del Archivo del Ministerio de Agricultura). Afortunadamente, el informe es muy detallado y desglosa por partidos judiciales la información facilitada. Así podemos saber que en aquella época el viñedo ocupaba en la zona de  Lorca unas 845,86 has., en la de Caravaca unas 5231,47 has. y en la de Mula unas 2204,21 has., es decir, el noroeste en su conjunto contaba con un total de 8281,54 has. (sobre una superficie en la provincia de 17.170,39 has., es decir, un 48,24 % correspondía al noroeste).

Este ingeniero informaba al Ministerio de Agricultura el día 12 de julio de 1878 que la superficie del viñedo en la provincia había aumentado en unas 816,89 has. en los cuatro años anteriores, según le habían informado los alcaldes consultados (Legajo 248-1 del Archivo del Ministerio de Agricultura).

Años más tarde, en el «Avance estadístico sobre cultivo y producción de la Vid en España«, 1889 el Ingeniero Vicente Sanjuan cifraba la superficie del viñedo en 3151 has. para el partido de caravana, 951 has. para Lorca y 2851 has. para Mula, lo que haría un total de 6953 hectáreas para todo el noroeste de las 33.297 has. existentes en la provincia, lo que suponía un 20,88 % de la superficie provincial (pag 19).

Por último, el «Mapa de la Invasión Filoxérica en España«, 1899, con la información facilitada por el Ingeniero Vicente Sanjuán (pag 72) repite los mismos datos de superficie que diez años antes, lo cual no habría de extrañarnos dada cuenta de que en esa década el mercado del vino se había hundido.

Valorando la evolución del viñedo en el noroeste debemos señalar que es muy posible que antes de la década de 1850 la superficie realmente fuera inferior a la indicada y la misma se incrementara rápidamente en dicha década con ocasión de la crisis del oídio en Francia para estancarse en los años 1860 e incrementarse nuevamente en la década de 1870 para iniciar una lenta caída en los años 1880 como consecuencia de los problemas de sequía, mildiu y pulgón que afectaron a la viña de la comarca en esos años, así cómo la crisis comercial del fraude del vino y la recuperación del viñedo francés a finales de la década. Los años 1890 suponen el estancamiento del viñedo con un mercado del vino hundido y una reconversión hacia la producción de aguardientes hasta que finalmente la irrupción de la filoxera en 1899 arrasa con el viñedo del noroeste.

El viñedo en la prensa de la época.

Finalmente, debemos complementar estos datos con algunos apuntes de la prensa de la época para pulsar el sentimiento de esos años. En el año 1865 el diario La Paz de Murcia, en su edición de del 3 de mayo de 1865, se llamaba la atención sobre cómo se había extendido el viñedo en los campos del Cagitán, dentro de los municipios de Mula y Ricote, alcanzando los viñedos de La Copa (Bullas). Si tradicionalmente el viñedo en Mula había sido de regadío y confinado a su huerta, durante esos años se produce una expansión hacia campos de secano anteriormente destinados a la producción de cereal, legumbres y de olivos, o incluso yermos como pone de manifiesto el ingeniero agrónomo de Murcia y de la Comisión de evaluaciones de dicha provincia, Vicente Sanjuán, como la propia Comisión Provincial de Agricultura, Industria y Comercio, véase «La Crisis Agricola y Pecuaria» Vol. V, 1888, pp. 613 y 471, y Vol. IV, 1888, pp. 646 y 649 respectivamente, según cita de Teresa Carnero i Arbat en «La expansión vinícola y atraso agrario. 1870-1900«, pág. 49.

Se lamentaba el corresponsal del diario La Paz de Murcia, en la edición del 20 de octubre de 1891, que la extensión del viñedo en la localidad de Moratalla se había hecho insostenible y acabaría provocando la decadencia de dicho producto animando a los agricultores a sustituir sus viñas por cereales que habrían de ser más rentables. Son los años en que la superficie vitícola se estanca definitivamente ante la desaparición de los mercados franceses.

La evolución del precio del vino.

Procede igualmente ofrecer una visión de la evolución de los precios del vino durante este período. Advertimos al lector de que los precios que ofrecemos han sido tomados al azar, aunque sí continuados en el tiempo, con lo cual no podemos garantizar la fiabilidad de estos datos. No obstante nos comprometemos a realizar en el futuro ese análisis del que tanto precisa el estudio de la vid y el vino en el noroeste.

Señalaba Pascual Madoz en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar que a finales de los años 1840 el precio del vino en la provincia de Murcia había alcanzado la cifra de 20 reales la arroba (0,31 ptas/litro), frente a los 13 reales (0,20 ptas/litro) de 1799.

Este dato contrasta con el ofrecido por el periódico La Paz de Murcia, en su edición del 19 de febrero de 1859, a finales del período de bonanza provocado por la crisis del oídio en Francia, que estaba fijado un 17,50 reales (0,27 ptas/litro) el precio medio de la arroba de vino en la provincia de Murcia, pues hasta el momento hemos entendido que durante esa década se habría cuadruplicado el precio del vino lo que habría favorecido igualmente la extensión del viñedo y los aumentos de producción.

Dicho precio continuaría bajando en la década de 1860, así La Paz de Murcia, en su edición del 12 de mayo de 1866, lo fijaba en 14,94 reales (0,23 ptas/litro) la arroba mientras que dos años más tarde, en la edición de 21 de enero de 1868, estaba en 1,525 pesetas la arroba (0,10 ptas/litro). En la edición de 28 de abril de 1870 el precio continuaba en unas 1,541 pesetas la arroba (0,10 ptas/litro) iniciando un período de crecimiento continuado hasta mediados de los años 1850 conforme al siguiente detalle (siempre referido a las ediciones del diario La Paz de Murcia):

1871/02/10…. 0,27 ptas litro de vino en provincia
1872/10/30…. 0,28 ptas iitro de vino en provincia
1875/04/15…….. 0,29 ptas litro de vino en provincia
1877/09/23….. 0,35 ptas litro de vino en provincia
1879/05/24…… 0,39 ptas litro de vino en provincia
1883/06/15……. 0,32 ptas litro de vino en provincia
1884/03/13…….. 0,46 ptas litro de vino en provincia

Llama poderosamente la atención comprobar cómo, a pesar del incremento desmesurado de la superficie del viñedo y la producción de vino, los precios del vino seguían creciendo ante el «hambre» insaciable de vinos del mercado francés.

Sin embargo, el ciclo culmina cuando comprobamos cómo en la edición del 18 de marzo de 1887 el diario La Paz de Murcia señala un precio medio de 0,17 pesetas  para el litro de vino en el noroeste en plena crisis comercial. Pese a algún repunte en los años 1889 y 1890, en la década de 1890 se produce el hundimiento definitivo del mercado de vinos.

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Ponemos fin a esta segunda parte de nuestra aproximación al tema tratado destacando el hecho de que tal y cómo hemos expuesto los fenómenos nacionales provocados por la demanda francesa de vinos españoles durante el período, tema que ya expusimos en la entrada anterior, tuvieron la misma incidencia sobre el viñedo y la producción de vinos del noroeste murciano. No es por tanto justo continuar minimizando o ignorando la trascendencia de los mismos en esta comarca.

 

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