En Bullas se inaugura una nueva Bodega Cooperativa

Así titulaba su crónica el corresponsal, don Francisco Capote Maciá, en Bullas del periódico La Vanguardia en su edición del Domingo de 30 de octubre de 1955. El periodista señalaba que Bullas se encontraba en el centro de una gran zona agrícola especialmente dedicada al cultivo de la vid y en dicha localidad se había bendecido e inaugurado  días antes los nuevos locales de la Cooperativa vitivinícola «Nuestra Señora del Rosario» que había comenzado sus actividades con sólo diez asociados, y en esa fecha contaba con trescientos veinticuatro y unas instalaciones valoradas en muy cerca de los tres millones de pesetas de la época.

Según el corresponsal la nueva bodega había sido construida gracias a las aportaciones del Instituto Nacional de Colonización y del Servicio de Crédito Agrícola. Con la misma se conseguía resolver un grave problema planteado en dicho término desde hacía muchos años ya que pese al gran número de labradores de economía modesta y sobre los que gravitaban fuertes obstáculos para la elaboración directa de sus propias cosechas.

Aprovechaba la ocasión el periodista para recordar cómo las pasadas campañas vitivinícolas, en las que el producto había llegado a depreciarse de forma tan extraordinaria, que hizo preciso la adopción de medidas urgentes por parte de los organismos gubernamentales. Por lo que respecta a la zona de Bullas, esta etapa quedaba superada merced al apoyo de la Obra Sindical de Colonización, que había obtenido los créditos necesarios y había sido la que había levantado, por medio de sus servicios técnicos, ese centro ejemplar.

Tal cómo relataba el corresponsal la bendición fue efectuada por el señor obispo de la diócesis, doctor Ramón Sanahuja y Marcé, y a ella asistieron el gobernador civil de la provincia, don José María Alfín Delgado; el jefe nacional de la Obra de Colonización, don Francisco Carrillero; el delegado provincial de Sindicatos, don Antonio Gómez J. de Cisneros y otras autoridades y jerarquía provinciales que se asociaron personalmente al inmenso júbilo, puesto de manifiesto por los vecinos de Bullas que contaban con una entidad de plena responsabilidad económica y un eficiente instrumento de seguridad social.

La nueva Cooperativa, proyectada y realizada bajo la dirección del ingeniero agrónomo don Angel Arrúe, tenía una capacidad de almacenamiento de 1.200.000 litros de vino, distribuidos en 34 depósitos prismáticos y 35 cilíndricos. Su capacidad de molturación era de 15.000 kilos de uva a la hora, y contaba con moderna maquinaria construida en unos talleres de Alcoy. Había sido edificada sobre 840 metros cuadrados de terreno, emplazados en las inmediaciones de la estación de ferrocarril. Su importante asciendía a 3.994.085 pesetas de las que 549.185 correspondían al capítulo de maquinaria. El auxilio concedido por el Instituto Nacional de Colonización había sido de 1.074.766 pesetas y de 385.000 el del Servicio de Crédito Agrícola. El resto, hasta la cifra total, había sido aportado por los propios socios cooperadores.

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