La producción de aguardiente en Cehegín (1901)

Según un informe elaborado en Cehegín el día 25 de junio de 1901, a petición del periodista Gabriel Baleriola para la inclusión en su libro «La crisis vinícola en la provincia de Murcia«, (1901), en esta población se fabricaban riquísimos aguardientes anisados que gozaban de una fama extraordinaria. Estos aguardientes solo necesitaban una propaganda activa para que se los conociese y se supiera apreciar sus muy aceptables condiciones. Sin embargo, se consumían bastante y podían presentarse como un licor de postre muy delicado. Estaban fabricados con alcohol vínico de la clase más superior. Esta industria de los aguardientes había nacido en Cehegín hacía muchos años y se conservaba su tradición en todos los pueblos de esta comarca. A juicio del autor del informe tenían un gran porvenir, tanto en la península como en el extranjero.

Los vinos dedicados a producción de alcoholes eran todos los que no resistían las altas temperaturas.

Los alcoholes que se vendían a un precio medio de seis a siete pesetas eran los que se anisaban y tenían diecisiete grados, pues los de dieciocho que eran los más comunes y los de veinte llamados superiores, elevaban sus precios relativamente.

Las grandes existencias que había, se achacaba que procedieran de la inspección exagerada que se ejercía por la Administración de Hacienda, unas veces, y otras por la Aduana de Cartagena, pues no solo paralizaba este procedimiento la industria, si no que amenazaba con arruinar la producción, tanto ó más que la filoxera; notándose una depreciación tal, que producía el estancamiento y un constante temor en los industriales, pues no sabían cuando acertaban o cuando faltaban. Tal era la confusa interpretación a que se prestaba la legislación de la época.

Continuaba el informe señalando la relación de las fábricas de alcoholes y aguardientes que existían en el término municipal de Cehegin.

1. El número de fábricas con que se cuenta en este Distrito es el de 14, llamadas alquitaras comunes, con calderas de cabida que oscilan entre 200 y 900 litros de carga ordinaria.

2. El producto que se emplea para la fabricación es solamente el vino y sus residuos.

3.°- En dichas fábricas se producen generalmente alcoholes de 17 á 20 grados del alcoholímetro Gay-Lusac. Los primeros son los que se venden más comunmente para el consumo ordinario, después de anisados. Y los segundos se hacen más esmerados y de buena calidad, los cuales se dedican a usos de establecimientos, donde se consumen en cafés, copas, etc. Estos se cargan más de anís, por lo que resultan más suaves y agradables al paladar. Los precios hoy son de 7 a 9 pesetas arroba de 17,50 litros.

4.°    Se fabrican otros aguardientes especiales llamados «Anís Murcia» por el industrial D. José Lorencio Clemente y otros que confecciona el laborioso agricultor y propietario D. Francisco Herraíz Lorencio, todos los cuales resultan de exquisito y superior gusto; unos y otros se venden en botellas de tres cuartos de litro, á precio de 2 pesetas los primeros y de 1,25 a 1,50 los segundos. Dicho Sr. Herraíz elabora también aguardientes esenciales y cremas de cacao, café, menta y otras sustancias inofensivas, haciendo clasificaciones esmeradísimas. Todos estos productos resultan excelentes.

En las demás fabricas, lo general es, la elaboración de los mencionados aguardientes comunes relacionados al principio, pero también se hacen otros llamados dobles, bastante aceptables y buenos, y cuyos precios son do 15 a 20 pesetas arroba.

Para pedidos de los ordinarios y dobles, pueden dirigirse a D. José Lorencio, D. Diego Ruiz, D. Prudencio Egea y D. Mariano Hernández; y para los especiales embotellados a los dichos Sres. Lorencio y Herraiz.

Nota.- Estas fábricas consumen en su elaboración tres cuartas partes de la cosecha local de vinos (140.000 hectolitros), por cuanto los que aquí se recolectan resisten poco los calores, por no tener más que de 11 a 13 grados alcohólicos; pero para los aguardientes, ofrecen satisfactorio resultado.

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