Francisco Melgares de Aguilar y las Bodegas de la Casilla (y IV)

Proyecto de Justo Millán de 1.892

El proyecto del arquitecto Justo Millán de 1892 suponía la construcción de dos edificios en una única planta con una superficie total de más 1.400 m2, siendo unas edificaciones exclusivamente dedicadas a la elaboración y almacenaje de vinos gracias a encontrarse dotadas de grandes depósitos para la fermentación además de cubas y barricas para la crianza y conservación de los vinos.

Algunos autores han querido ver en la exclusividad de uso de la edificación aspectos modernizadores en el sector. Si bien es cierto que este edificio supone un paso adelante en la industrialización del sector, no podemos ocultar el hecho de que ya a mediados del siglo XVIII existían en Bullas edificios destinados exclusivamente a bodegas conforme a lo reflejado en el Catastro de Ensenada.

Sin embargo, la edificación actual donde se asienta el Museo del Vino de Bullas no se ajusta en modo alguno al proyecto de Justo Millán que según el Registro fiscal de edificaciones de 1895 del propio Ayuntamiento de Bullas parece confirmar que sí que fue construido. El estudio realizado por el arqueólogo Alfredo Porrúa sobre las tinajas existentes y la datación de las mismas nos invita a pensar que las bodegas sufrieron una profunda reforma en la década de 1910 cuando se le otorgó su configuración actual en dos plantas siendo la superior al nivel de la calle destinada al lagar y las prensas desde donde partía un sistema de canales que por fuerza de la gravedad llevaban el mosto hacia el sótano donde se vertía en grandes tinajas de barro. El sótano de tinajas es un espacio cubierto de bóvedas de cañón que forman grandes crujías rectangulares que comunican entre sí. En la bodega se colocaron más de 110 tinajas de diferentes tamaños en las que podía elaborarse producción anual superior a los 350.000 litros de vino.

Frente al proyecto de Justo Millán, en su configuración actual la Bodega del Museo del Vino resulta respetuosa con los criterios tradicionales de construcción de bodegas de la comarca. Por este motivo no encontramos en esta bodega grandes depósitos distintos a las tinajas de barro propias de la época cómo sí que aparecen en otras comarcas del levante español. Los comerciantes franceses exigían fermentaciones más convulsas para la obtención de vinos de fuerte coloración y alta graduación que requerían depósitos capaces de soportar este tipo de fermentación. Las características de los vinos del noroeste murciano elaborados a partir de la variedad autóctona monastrell y la fermentación en tinajas enterradas en los sótanos de la bodegas cumplían perfectamente con las exigencias de los comerciantes franceses no precisando por ello la adopción de modificaciones técnicas en las bodegas.

BIBLIOGRAFÍA.-

  • García Martínez, Juan Pedro; “Historia de la Vid y el Vino en las tierras del Noroeste – DO Bullas”, www.vinosmalditos.com.
  • Martínez Sánchez, Salvador; “El vino en Bullas y la variedad Monastrell. Aproximación histórica”, 2.005.
  • Melgares de Aguilar y Mata, José María; “La Familia Melgares de Aguilar en Bullas. Historia y Genealogía”, El Noroeste de 24 de abril del 2.014.
  • Porrúa Martínez, Alfredo; “Sellos y marcas de alfarero en las tinajas del Museo del Vino de Bullas”, 2.012.

(El presente trabajo fue publicado en la Revista de la Fiestas Patronales de Bullas, 2.018).

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