Las cooperativas del vino en Bullas (I)

El fin del tratado comercial con Francia y la plaga de la filoxera que a principios del siglo XX arrasaba los viñedos de Bullas habían puesto fin a uno de los grandes períodos de riqueza de viticultores y cosecheros locales. La crisis del sector golpeaba con fuerza y la pobreza llegaba a la casa de los pequeños y medianos viticultores locales.

En estas circunstancias se imponían nuevas e imaginativas soluciones que llevaran a la reconversión del sector. La vía de la cooperación entre cultivadores de viña (pero también de perceptores de rentas en uva o mosto) ampliaba las posibilidades de supervivencia del colectivo. En el imaginario común se habría paso la idea de la producción cooperativa de vino que garantizara unos precios de la uva frente a fabricantes, intermediarios y especuladores.

Las Bodegas Cooperativas del Sindicato Católico-Agrícola de San Isidro

El día 20 de septiembre de 1.917 se fundaba en Bullas el Sindicato Católico Agrícola de San Isidro contando en sus inicios con 1.436 socios y un capital fundacional de 20.000 pesetas, además de 496 fanegas de trigo y 590 de cebada. Asociada al Sindicato estaba la Caja Rural de Préstamos y Ahorros al servicio de sus asociados y de su actividad agrícola, especialmente el de la viña, “para que sus famosos vinos tengan cada día más aprecio y la fabricación de sus exquisitos aguardientes alcance el mayor grado de perfección y sea en más grande escala su fabricación”, según la noticia publicada por el periódico El Tiempo en su edición de 4 de octubre de 1917.

Pese a los buenos propósitos iniciales no fue hasta el año 1922 cuando se pusieron en marcha las Bodegas Cooperativas del Sindicato Católico-Agrícola de San Isidro, siendo presidente del mismo, Salvador Sánchez Sánchez. Dada cuenta de las dificultades financieras que entrañaba la construcción y puesta en marcha de una bodega nueva se optó por alquilar distintas bodegas a los cosecheros locales para iniciar la producción en común. Inicialmente, las bodegas elaboraban el vino a sus asociados para que pudieran éstos venderlo por su cuenta a mejores precios si lo deseaban y sin la necesidad apremiante del intermediario o bien fuera comercializado directamente por la cooperativa.

En diciembre de 1925 las Bodegas Cooperativas de Bullas lanzaron una agresiva campaña en la prensa regional. Disponen de 200.000 decalitros de vino y no consiguen venderlos. El panorama en la localidad resulta desolador, a lo largo del mes de diciembre sólo se venden un total de 29.219 decalitros, de los cuales 20.038 han sido vendidos por dos comerciantes y 9.181 por diversos cosecheros de Bullas.

A finales de mes, parece ser que el sábado 26 de diciembre de 1925, sin haber conseguido vender un decalitro de vino pese a la campaña publicitaria, se reúnen en asamblea los socios de las Bodegas Cooperativas, y con el apoyo del Alcalde Juan Moya quien preside la misma, propugnan la adopción de medidas de protección del comercio del vino en la villa.

Según publica el diario La Verdad de Murcia en diferentes años, las bodegas cooperativas del sindicato habían elaborado en la campaña de 1.926 unas 30.000 arrobas de uva con las que obtuvieron un total de 240.000 litros de vino. Para la cosecha siguiente de 1.927 contaba la cooperativa con 175 socios quienes aportaron unas 60.000 arrobas de uva para su elaboración. Sin embargo, en la cosecha de 1.928 se produce un retroceso en el número de asociados hasta los 112, así cómo en la producción de la cooperativa que pasa a recoger unas 25.000 arrobas de uvas, calculándose en unos 187.000 litros de vino producción. Para el año 1.929 el número de asociados pasa a 183 quienes introducen un total de 60.000 arrobas de uva alcanzándose una producción de 420.000 litros de vino. En el año 1930 se estabilizó la producción al mantenerse sus 183 asociados, quienes aportaron 64.399,92 arrobas de uva, obteniendo 452.226 litros de vino. Los ingresos por todos los conceptos de la bodega fueron 143.183,93 pesetas y los gastos de 19.136,70 pesetas, con una diferencia líquida de 124.047,22 pesetas.

En el año 1.927 contaba la cooperativa con el Reglamento de las Bodegas Cooperativas con el objeto de establecer las mismas en forma legal para trabajar independientemente dentro del sindicato y poder construir una Bodega con los mayores adelantos para elaborar la cosecha de todos los socios.

A lo largo del año 1.928 se constituye oficialmente la sección de la Bodega Cooperativa dentro del sindicato y se adquiere un extenso solar en las proximidades de la estación del ferrocarril para la edificación de una bodega con todos los adelantos modernos.

La falta de financiación pública y la quiebra de la Caja Rural de Préstamos y Ahorros de la Federación de Sindicatos Católicos Agrícolas impidió que se materializara la construcción de la moderna Bodega Cooperativa proyectada en estos años.

Leave a comment

Your comment