Vino de Nueces (o Vino de San Juan)

A Francisco Ortega Bustamante debemos una receta de Vino de Nueces (o vino de San Juan) elaborado tradicionalmente en Cehegín. Citando como fuente de la misma a personas de avanzada edad de la localidad recoge en las páginas de su libro «Cehegín. Magia y Mitsterio», pág. 189 (2011) un legado muy arraigado en la celebración local de la mágica noche de San Juan.

Según nos cuenta el autor, a partir de la media noche de San Juan se cogen un número impar de nueces que aún están verdes y, en este caso, la mayoría de fuentes coincide en el número trece, para luego ponerlas enteras dentro de un recipiente de cristal (usualmente una garrafa de boca ancha), con cuatro litros de vino común y dos kilos de azúcar.

Una vez hecho esto, deberá agistarse lo suficiente hasta que el azúcar se haya disuelto, dejándole reposar en un lugar tranquilo y oscuro en dónde no se tenga que tocar ni mover para nada. Hasta el día 24 de diciembre no será destapado este vino cuando será filtrado con un colador de tela y embotellado de forma casera en botellas de cristal con tapón de corcho, pudiendo pasar desde ese mismo instante, a beber este vino de exquisito sabor dulce y meloso, cargadito de grados.

Si no se realiza todo el proceso al pie de la letra, el vino será inservible, pues sería romper con una fórmula inalterable y mágica.